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Di adiós al estrés en tus escapadas y empieza a practicar el turismo slow.

Turismo ‘slow’, la receta para cocinar viajes a fuego lento

Llevas un año soñando con tus idílicas vacaciones de verano y, cuando por fin llegas a tu destino, descubres que tienes que madrugar para conseguir un sitio en la playa; que, aun así, no te separa más de medio metro de la siguiente sombrilla; que es imposible relajarte en el agua mientras un grupo de niños chapotea a tu alrededor; o que necesitas esperar una larga cola para comer en el chiringuito. Di adiós al estrés en tus escapadas y empieza a practicar el turismo slow.

Las vacaciones, motivo de estrés

De acuerdo con un estudio del portal de viajes TripAdvisor, el 45% de los españoles se siente estresado al ir de viaje de placer, un problema que afecta el 86% de los turistas a nivel internacional, según la investigación International Travel Survey de Momondo. Las playas masificadas, los imprevistos en el transporte, las colas en los lugares de interés o el tráfico son los principales causantes de esta situación.

 

La búsqueda de equilibrio entre vida laboral y personal nos lleva, hoy día, a vivir a un ritmo frenético que contagiamos a esos periodos en los que deberíamos desconectar. En cambio, en lugar de descansar cuerpo y mente durante los días libres, programamos una lista ‘imposible’ de monumentos que visitar, nos apuntamos a todas las excursiones disponibles y necesitamos vivir infinidad de experiencias ‘instagrameables’ en cada destino, aunque esto acabe con todas nuestras energías.

Seguro que más de una vez has comentado, tras una escapada, que necesitas unas vacaciones de las vacaciones. De hecho, el 63% de los ciudadanos admite que ha tenido esta sensación, según la encuesta de TripAdvisor.

El turismo ‘slow’, una nueva forma de viajar

Para romper con la vigente tiranía de la velocidad, en los últimos años coge fuerza una nueva filosofía vacacional: el turismo slow. Esta corriente, surgida en el ámbito gastronómico como alternativa a la fast-food o comida rápida, promueve una forma de viajar más relajada, lejos de aglomeraciones y donde se propicia un contacto más profundo y genuino con el lugar de destino como forma para reconectar con uno mismo.

¿Quieres ser un viajero del siglo XXI? Para convertirte en todo un slow traveler, necesitas seguir las siguientes pautas:

  • Los destinos de turismo slow rehúyen las grandes ciudades o focos turísticos, por lo que debes apostar por zonas pequeñas o parajes remotos en los que puedas combinar los atractivos arquitectónicos de la zona con un acercamiento respetuoso y sostenible a la naturaleza del entorno.
  • No esperes conocer un lugar en un par de días; en el turismo slow, las escapadas deben ser razonablemente largas, lo suficiente para que puedas descubrir el lugar elegido en profundidad y ‘desintoxicarte’ de las prisas de tu cotidianeidad.
  • Como viajero slow, prefieres la autenticidad a la ostentación, apostando por alojamientos que concuerden con el espíritu del enclave. No se trata de que renuncies a la comodidad o ciertos lujos, pero el turismo slow significa elegir, por ejemplo, una casa rural en la montaña o una tienda de campaña en el desierto, en lugar de un resort lleno de mármol y lámparas de araña que nada tiene que ver con el paisaje.
  • Otra característica del turismo slow es que el objetivo no se centra en tachar sobre el mapa los puntos de interés turístico visitados, como si de una obsesión de coleccionista se tratase, sino que emplea el tiempo en investigar el destino, prestando especial atención las raíces y la historia de cada zona, disfrutando de su gastronomía, relacionándose con sus gentes e imitando sus costumbres, como forma de empaparse la cultura local.

Se trata, en definitiva, de cocinar momentos vitales a fuego lento como receta de la felicidad, de saborearlos sin prisas, apreciando cada matiz, cada detalle. Esto lo que proponemos en Hacienda Guzmán a través de nuestras experiencias de oleoturismo, un viaje sosegado a las raíces de Andalucía con el mejor aceite de oliva virgen extra como eje conductor. ¿Te apuntas?