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5 envases comestibles para alimentos

5 envases comestibles para alimentos que te dejarán con la boca abierta

El plástico se ha convertido en un grave problema de sostenibilidad para la sociedad actual. Su bajo coste, durabilidad y propiedades higiénicas lo han convertido en el material de packaging más extendido a nivel global pero, al mismo tiempo, su difícil reciclaje produce un alto impacto medioambiental que nos obliga a replantearnos alternativas, como envases comestibles para alimentos que se ciñan más a un modelo de economía circular.

La necesaria batalla contra el plástico

No debemos olvidar que, según el informe Maldito Plástico, de Greenpeace, solo el 25,4% del plástico es recuperado en España. El resto termina contaminando el planeta.

De hecho, según datos del programa de Medio Ambiente de la ONU consumimos una media de 300 millones de toneladas (unos 40 kilos por persona) de residuos plásticos cada año y, de estas, ocho millones acaban en los océanos. Para que te hagas una idea, esta cantidad representa 800 veces la Torre Eiffel, 14.285 aviones Airbus A380 o 34 veces la isla de Manhattan amenazando la vida marina y nuestras playas.

De ahí que los gobiernos estén adoptando medidas para reducir el consumo de este material. En Europa, la Comisión ha aprobado una estrategia para en 2030, todos los envases de plástico de la Unión sean reciclables y se reduzca el uso de microplástico y de embalajes de un solo uso.

Por su parte, el Gobierno español prepara una Ley de Residuos y un plan para adaptarse a la normativa europea que plantea, entre otras medidas, limitar los plásticos de un solo uso, mejorar la trazabilidad de los desechos y establecer un impuesto para este material.

Curiosos envases comestibles para alimentos

Mientras tanto, en esta ‘guerra’ contra el plástico, las empresas están ideando originales sustitutos, especialmente en el ámbito de la alimentación y restauración, donde el empleo de bolsas, botellas, envases, bandejas… genera un gran volumen de desechos no retornables.

La tendencia hoy día son los envases comestibles para alimentos. Tanto es así que, según Transparency Market Research, la demanda de este tipo de packaging podría aumentar un promedio anual del 6,9% anual hasta 2024 y convertirse en un sector de actividad valorado en casi 2 mil millones de dólares en todo el mundo.

¿Qué puedes encontrar en estos momentos dentro de estos envases comestibles para alimentos? Te contamos 5 curiosas alternativas al plástico ya disponibles en el mercado.

Cápsulas biodegradables para el agua

Londres, 2019. Mientras miles de atletas corrían la maratón anual por las calles de la capital inglesa, la compañía Notpla dejaba a los deportistas con la boca abierta con su ingeniosa forma de hidratación.

Se trata de Ooho, una cápsula elaborada con alga y cloruro cálcico que puede contener agua o, en este caso, bebida isotónica. La membrana es comestible y, en el caso de no querer ingerirla, también es biodegradable en un periodo de entre 4 y 6 semanas.

Tras el éxito de estos envases comestibles para alimentos –bebidas, concretamente- la empresa está ampliando su aplicación a otros usos, como cócteles o monodosis de salsas de los restaurantes ‘Take away’.

Vasos comestibles

En esta misma línea de trabajo para decir adiós a las botellas de plástico surge Cupffee. La dinámica es similar a los conos de helado: ¿por qué usar plástico cuando puedes convertir las tazas en suculentos vasos de galleta?

Así, la empresa búlgara ha diseñado envases comestibles para alimentos elaborados con cereales que permanecen crujientes por 40 minutos, aguantan temperaturas de 85 grados y no modifican el sabor del contenido. De este modo, se podría evitar que más de 120.000 millones de vasos desechables acaben en el cubo de la basura cada año.

Pajitas de alga para las bebidas

El placer de beberse un refresco con pajita tiene un alto coste para el planeta. Por eso, la empresa Loliware, de Nueva York, ha desarrollado una versión ‘eco’ de este popular canutillo que han incorporado a sus establecimientos firmas como Marriott o Pernod Ricard.

En lugar de fabricar pajitas de plástico, que tardan entre 150 y 1000 años en descomponerse, producen pajitas hechas a base de alga, con un tacto y apariencia muy similar al material original, pero con un plazo de degradación de 2 meses… si es que no te la comes, claro.

Además, a diferencia de las variantes de cartón, que se ablandan al humedecerse con la bebida, los envases comestibles para alimentos de Loliware se mantienen firmes y secos durante 24 horas.

Apetitosos envoltorios de alimentos

Piensa, por ejemplo, en la vida útil del papel plastificado en el que vienen las hamburguesas. Realmente, solo sirve durante los 2 minutos desde que el dependiente envuelve el producto y tú lo retiras para disfrutar de la comida. ¿Por qué no buscar un nuevo material menos contaminante?

Es lo que ha conseguido la compañía indonesia Evoware. También a partir de algas marinas, crean envases comestibles para alimentos altamente nutritivos y bajo una filosofía 100% ‘zerowaste’. Incluso actúa como fertilizante natural para plantas.

Ya lo están utilizando en envoltorios de comida rápida, recipientes de sopas instantáneas, bolsitas de pan o bollería

Platos de trigo frente al plástico

Por su parte, la firma Biotrem se ha propuesto que no solo rebañes el plato, sino que hasta te lo comas.

Para ello ha creado una vajilla y cubertería desechable de salvado de trigo apta tanto para comidas frías como calientes. Es más, también puedes introducirla en el microondas y en el horno sin problemas.

Y si no te apetece pegarle un mordisco, este menaje es sostenible y biodegradable en el plazo de 30 días, frente a los siglos que permanecen los tradicionales platos de plástico.

En Hacienda Guzmán, donde apostamos por la producción de aceite de oliva ecológico, nuestro compromiso con la sostenibilidad también queda reflejado en el envasado de los productos. Por eso, nuestros AOVEs se presentan en botellas de vidrio opaco que permiten, no solo conservar las propiedades organolépticas del aceite con la máxima garantía de calidad, sino también proteger el medio ambiente mediante envases 100% reciclables.