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¿Cómo influye la poda del olivar en la calidad del aceite de oliva?

¿Cómo influye la poda del olivar en la calidad del aceite de oliva?

 Si eres aficionado a las plantas ornamentales, habrás comprobado cómo unos buenos cuidados de tus macetas durante el invierno influyen en la floración durante la primavera. Con la poda del olivar ocurre lo mismo: aplicar una estrategia óptima desde el primer momento es clave para conseguir un aceite de oliva virgen extra de alta calidad.

Y es que ya lo dice el refranero español: “Desde chiquitito, se endereza el arbolito”. De hecho, la poda del olivar es quizá una de las intervenciones más delicadas e importantes de toda almazara. ¿Por qué es tan relevante este proceso?

¿Para qué sirve la poda del olivo?

Estamos acostumbrados a ver esa figura arbórea achatada, de tronco retorcido y ramas abiertas y poco densas, tan característica del campo andaluz, pero el olivo puede alcanzar los 15 metros de altura y presentar una copa muy frondosa.

Sin embargo, este crecimiento natural iría en detrimento de la calidad del fruto y de la producción. De ahí que el objetivo de la poda del olivar sea “mantener el equilibrio entre las funciones vegetativas y reproductivas del árbol”, según recoge el trabajo Agronomía y poda del olivar publicado por la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía.

Es decir, gracias a una poda controlada y funcional, podemos mejorar el rendimiento de los terrenos y la calidad de los frutos de forma considerable, sin causar ningún daño a los ejemplares.

En concreto, gracias a este trabajo de desbroce, se consiguen los siguientes objetivos:

  • Equilibrar el crecimiento y la fructificación de todo el árbol.
  • Acortar al máximo el periodo improductivo.
  • Alargar el periodo productivo.
  • Evitar el envejecimiento prematuro del olivo.
  • Influir en la rentabilidad de la cosecha.
  • Adaptar los cultivos a las disponibilidades de agua.

¿Qué tipos de poda se pueden realizar en el árbol?

Ahora bien, la poda del olivar es toda una ciencia. No se trata de talar ramas sin discriminación, sino que cualquier intervención en el árbol tiene un propósito.

Por eso, existen dos tipos de cortes fundamentales:

  • Aclareo. Consiste en eliminar una rama íntegra, desde la inserción en el tronco. Este corte se utiliza para mejorar la iluminación del resto de la copa del árbol, propiciando que todas las partes reciban más luz y más nutrientes y, por tanto, florezcan mejor. De hecho, por esta razón, las aceitunas de las ramas altas o exteriores tienen mayor contenido en aceite y son de mayor tamaño que las que crecen en el interior.
  • Rebaje. Este tipo de corte se utiliza para acortar una rama, haciendo el inciso en algún punto intermedio entre el nacimiento y la punta. El objetivo es impulsar el nacimiento de nuevas yemas en esas ramas, pero también provoca que estos nuevos brotes resten luz al resto del árbol y retrase la fructificación, por lo que no debe abusarse de él.

¿En qué época se realiza la poda del olivar?

La época de poda del olivar es también un factor determinante en la calidad del aceite de oliva virgen extra. En España, tradicionalmente se realiza después de la recolección, entre los meses de febrero y abril, aunque dependerá de cuándo se recolecta el fruto en cada caso.

Este es el momento óptimo, cuando el árbol está en fase de decaimiento, aunque también puede ser preciso cortar ligeramente algunas ramas en la fase de fructificación.

¿Y con qué periodicidad? Si bien es un proceso anual para cualquier productor de AOVE, no todos los árboles se someten a la operación con esta frecuencia. La decisión de qué ejemplares son podados o no va a depender de diversos factores, como el clima, la variedad, el modo de cultivo, el tipo de suelo…. Por ejemplo, en el caso de aceitunas para aceite de oliva, las podas son más espaciadas que en el caso de cultivos para aceituna de mesa, ya que en el primer supuesto aumentará el contenido de aceite del fruto.

¿Cuándo se debe podar cada ejemplar?

No obstante, en términos generales, la poda del olivar se estructura del siguiente modo:

  • Poda de formación. Es aquella que se aplica cuando el árbol es muy joven (entre 0 y 6 años) y su misión es ir diseñando la estructura arbórea para que el olivo crezca correctamente. Por eso, se trata de una intervención muy sutil, normalmente cada dos años, que se limita a controlar el equilibrio entre tronco y ramas.
  • Poda de producción. Cuando el olivo llega a la edad adulta y empieza a producir frutos (de 6 a 19 años), se ejecuta una poda más intensa, con una periodicidad anual como norma general. Es aquí donde se eliminan todas aquellas ramas que estén dañadas, que ya hayan cumplido su ciclo productivo o que puedan entorpecer el equilibrio del árbol.
  • Poda de renovación. La mayor intensidad en la poda del olivar tiene lugar cuando el árbol alcanza la vejez (a partir de los 20 años). El propósito es descargar al tronco de todas aquellas ramas en decadencia y propiciar el rejuvenecimiento del árbol con nuevos brotes. Se puede hacer de una sola vez, dejando solo el tronco y eliminando todo el follaje (poda en cabeza o poda afrailada) o de forma gradual, aplicando cortes en ramas madre (poda progresiva). En ambos casos, las podas vuelven a espaciarse en el tiempo, para dar tiempo al olivo a regenerarse.

¿Cómo afecta la poda del olivar en el AOVE?

Como decíamos, gracias a la poda del olivar, el productor puede controlar la cantidad y, lo que es más importante, la calidad de aceitunas que dan sus cultivos. En consecuencia, cuando un olivo está equilibrado, el árbol no sufre el estrés que supone para este ser vivo sobrevivir con poca luz, falta de agua, escasez de nutrientes…

¿La consecuencia? Un fruto sano, con una relación de pulpa-hueso óptima y un AOVE equilibrado y con excelentes propiedades organolépticas.

Por eso, en Hacienda Guzmán cuidamos el proceso de poda del olivar con el mismo mimo que abordamos la recogida manual de las aceitunas y la producción de nuestros AOVE Premium, vigilando en todo momento que cada ejemplar de nuestras 340 hectáreas de cultivo ecológico se encuentre en ese perfecto equilibrio y seleccionando los olivos que tengan una mejor productividad y calidad del fruto para elaborar nuestros aceites.

Si quieres saber más sobre todos los aspectos que rodean al mundo del aceite de oliva, te invitamos a visitar nuestra finca de La Rinconada, en Sevilla, donde podrás vivir una experiencia de oleoturismo que te acerque al pasado, presente y futuro del AOVE. Todo, con las máximas garantías, pues en Hacienda Guzmán contamos con el distintivo Andalucía Segura emitido por la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía que acredita que las visitas cumplen con todas las medidas de seguridad. ¡Te esperamos!