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Dieta personalizada: la ciencia al servicio de la salud

Dieta personalizada: la ciencia al servicio de la salud

¿Tu pareja está adelgazando, pero tú no, pese a comer lo mismo? ¿Por qué tu amigo pierde peso solo quitándose algunos caprichos y tú no lo consigues por mucho que te prives? ¿No puedes seguir esa dieta que tan buenos efectos está dando porque eres intolerante a muchos de los alimentos que recomienda? No todos los planes de alimentación funcionan igual para todas las personas. De ahí la importancia de disponer de una dieta personalizada en función de tu metabolismo, tus marcadores genéticos y tus hábitos de consumo.

¿Qué es la nutrición personalizada?

Cuando hablamos de dieta personalizada o de precisión nos referimos al diseño de una estrategia nutricional adaptada a las necesidades específicas de cada persona. Y es que los expertos son conscientes de que cada persona es distinta y, por tanto, sus hábitos de alimentación también deben serlo. Por ejemplo, no va a funcionar igual el mismo menú semanal para alguien que, por su trabajo, está moviéndose todo el día, que para otra persona que tenga un empleo de oficina y no practique ejercicio físico después, ¿verdad? Ni puede seguir el mismo régimen de comidas alguien que come de todo que un vegano o una persona con múltiples intolerancias. O ¿sabes que, si un diabético del tipo 2 sigue una dieta con una gran base de verdura, fruta y legumbres, su sintomatología mejoraría muchísimo?

Por tanto, a la hora de diseñar la dieta personalizada para perder peso, se deben tener en cuenta muchos factores. En este sentido, la edad, profesión, estilo de vida, preferencias, hábitos alimentarios o posibles patologías, además de los objetivos que se persigan, deben estar presentes y quedar reflejados en el menú para que puedas ver los resultados esperados.

¿Cómo influye tu ADN en los resultados de la dieta?

Ahora bien, la ciencia permite dar un paso más allá en el ámbito de la nutrición individualizada. Además de estas variables sociodemográficas, conductuales y psicoculturales, la dieta personalizada perfecta es aquella que también tiene en cuenta las características internas de cada persona. ¿Eres de metabolismo lento o rápido? ¿Tienes el gen FTO que predispone a la obesidad? ¿Cuál es tu proceso molecular en el procesamiento de los alimentos?

Hoy día, gracias a los avances en el genoma, es posible evaluar también tus biomarcadores fenotípicos y conocer de antemano cómo vas a responder a una determinada dieta. "Los nutrientes tienen que absorberse para que vayan a la corriente sanguínea y en ese recorrido intervienen unos transportadores que pueden sufrir mutaciones diferentes según la persona”, explica José María Ordovás, director del Laboratorio de Nutrición y Genómica del Centro Jean Mayer de la Universidad de Tufts, en Boston (EE UU).

Esas diferencias hacen que, por ejemplo, cuando una persona come huevos no absorba el colesterol como el resto o que, mientras una quema calorías con facilidad, otra sea tremendamente ahorradora. De hecho, en su investigación, descubrió que el gen del APOE, implicado en el aumento de los niveles del colesterol LDL (colesterol malo), está más presente en ciudadanos de Estados Unidos, Nueva Guinea o Brasil, por lo que este factor debe ser tenido en cuenta a la hora de plantear una dieta personalizada.

¿Cómo te puede ayudar la ciencia en el diseño de una dieta personalizada?

Como consecuencia, el futuro de la alimentación saludable se encamina hacia la nutrigenética, tendente a identificar las variantes genéticas de cada persona relacionadas a la nutrición a través de test de ADN, y la nutrigenómica, la disciplina que estudia los mecanismos moleculares que explican la distinta respuesta fenotípica a la dieta en función del genotipo particular de cada individuo.

Afortunadamente, estos avances en el campo de la salud y la nutrición son ya una realidad y, mediante un análisis de saliva, el nutricionista puede conocer tu mapa genómico y, a partir de ahí, establecer los hábitos de alimentación más adecuados para ti e incluso prevenir enfermedades. Incluso hay aplicaciones tecnológicas que, tras el estudio de muestras biológicas de un grupo poblacional, pueden obtener unos patrones aplicables a los usuarios de forma rápida y sencilla. No sería igual de fehaciente que un examen del ADN personal, pero resultan también muy efectivos.

¿Cuál es el papel del AOVE en la nutrigenómica?

Ahora bien, no esperes que tus resultados vayan a revelar que la alimentación indicada para ti es consumir alimentos procesados, bollería, dulces, refrescos… Al revés, lo mejor para tus genes en materia de nutrición es mantener los hábitos que siempre ha defendido la sabiduría popular. ¿Sabías que ciertas combinaciones de especias que se utilizan de forma tradicional en ciertas culturas permiten extraer más vitaminas de un producto? Lo mismo ocurre con el aceite de oliva, el pilar de la reconocida dieta mediterránea.

El estudio del impacto del AOVE en la respuesta fenotípica pone de relieve los numerosos beneficios de este producto en la salud de las personas. Son múltiples las investigaciones científicas que ponen de manifiesto que el aceite de oliva virgen extra resulta indicado para  potenciar el sistema inmunológico, cardiovascular y digestivo. En concreto, la nutrigenómica ha desvelado que el AOVE es capaz de modular la expresión de diversos transcriptores genéticos y del micro-ARN, los cuales están involucrados en trastornos metabólicos, resistencia a la insulina y diabetes, problemas cardiovasculares, procesos inflamatorios, oxidación del ADN o incluso en el cáncer.

 

En definitiva, sigas la dieta personalizada que sigas, el aceite de oliva virgen extra no puede faltar. Además, es el complemento perfecto para aderezar los platos y hacerlos más atractivos. En Hacienda Guzmán puedes jugar con los distintos matices que te ofrecen las variedades de AOVE que ponemos a tu disposición. Descubre sus propiedades y características y afronta tu dieta personalizada sin renunciar al sabor y la calidad.