Descubre los tipos de aceite de oliva y sus características
El aceite de oliva, como ocurre en la elección de un buen vino, presenta diferentes características según la materia prima utilizada y el proceso de elaboración llevado a cabo. Si en el ámbito vitivinícola hablamos de ribera o rioja; tinto, blanco o rosado; joven o reserva; cabernet, merlot o albariño etc., en el sector oleícola también vas a poder encontrar notables diferencias entre los tipos de aceite de oliva existentes.
Para poder decantarte por un producto de máxima calidad y que se ajuste a tus preferencias palatinas es necesario conocer cuáles son las categorías en las que se integran los distintos tipos de aceite de oliva. Por ejemplo, ¿te inclinas por las variantes con notas picantes y robustas o te seducen más los aceites suaves y afrutados? Averigua qué variedad encaja con tus gustos.
Tipos de aceite de oliva según la calidad
Lo primero que debemos tener claro es la clasificación cualitativa en torno a los tipos de aceite de oliva, regulada por la Unión Europea y el Consejo Oleícola Internacional.
En este sentido, el aceite de oliva se divide en cuatro grandes niveles:
• Aceite de orujo de oliva. Dentro de la oferta oleica para el consumo se encuentra este primer tipo, obtenido exclusivamente del tratamiento del producto tras la extracción del aceite de oliva, por lo que se aplica un proceso químico para ello.
• Aceite de oliva. Es aquel que mezcla aceites de oliva que se hayan sometido a un tratamiento de refinado y aceites obtenidos directamente de aceitunas aptos para el consumo. Su acidez puede alcanzar como máximo 1 grado por cada 100 gramos.
• Aceite de oliva virgen. Se refiere al aceite de oliva obtenido directamente de aceitunas y solo por procedimientos mecánicos, con los que no se modifica la composición bioquímica ni las propiedades nutricionales de la materia prima. En este caso, la acidez máxima de esta categoría se sitúa en 2 gramos por cada 100.
• Aceite de oliva virgen extra. Es definido como el aceite de oliva de categoría superior, obtenido directamente de aceitunas y sólo mediante procedimientos mecánicos. El ácido oleico presente no puede superar los 0,8 gramos por cada 100.
¿Cómo puedes saber qué tipo de aceite de oliva tienes ante ti? La normativa obliga a especificar en la etiqueta del envase la categoría, por lo que solo tendrás que echar un vistazo a la botella para descubrir su calidad.
Ahora bien, dentro de cada grupo existen grados, especialmente en el caso del aceite de oliva virgen extra. Así, en Hacienda Guzmán podrás encontrar una gran variedad de virgen extra de categoría superior o Premium de edición limitada pues, además del cuidado propio que ya requiere por ley este tipo de aceite, contamos con un legado de siglos en torno a este producto que incluye la recogida manual de la aceituna, para no dañar la materia prima; un coupage con distintos niveles de maduración, para equilibrar los sabores; y una selección final a través de catas, para ofrecerte una experiencia completamente satisfactoria.
Tipos de aceite de oliva según la variedad
Una vez que has elegido una buena calidad, llega el momento de dejarte guiar por el paladar, seleccionando la variedad de aceituna que te aporte más sensaciones y que mejor maride con cada propuesta gastronómica.
En este punto conviene destacar que hay múltiples alternativas, aunque las más habituales para la producción de distintos tipos de aceite de oliva son las siguientes:
• Manzanilla: Es una variedad con bastante cuerpo y personalidad que despertará reminiscencias a tomatera, olivo y tallo que permanecen en boca con un punto amargo medio y picor suave. Su aceite es muy exclusivo debido a su bajo rendimiento, hecho por el cuál es más comercializado como aceituna de mesa.
• Hojiblanca: Propia de las zonas de Sevilla, Málaga y Córdoba, la hojiblanca crea zumos de oliva muy aromáticos e intensos, con matices vegetales a hierba recién cortada, a tomate, a alcachofa o a hoja y un picor medio en garganta.
• Arbequina: La reconocerás por su vivaz color oro y sus notas afrutadas a plátano, almendra o manzana verde. Produce un aceite con un bajo amargor y picor suave.
• Picual: Se trata de la aceituna más común del mundo debido a su alta resistencia a las inclemencias meteorológicas y su gran productividad y, en España, está presente especialmente en el Sur. Entre sus rasgos, cierto recuerdo afrutado con tintes amargos.
• Lechín: Producida también principalmente en Andalucía, la oliva presenta un color blanquecino y un sabor a almendra verde medianamente amargo.
• Empeltre: Paladar suave y dulce, con tintes afrutados y tonos a oro viejo, esta aceituna es propia del bajo Aragón.
• Verdial: Originaria de Málaga, también desemboca en aceites dulces afrutados, sin apenas amargor o picante.
• Villalonga: Es la variedad más cultivada en Valencia y trae a la boca recuerdos a hierba recién cortada ligeramente amargos y picantes.
• Frantoio: Con raíces que se remontan a la Toscana y una gran expansión en la zona mediterránea, esta aceituna produce un tipo de aceite fino, fresco y suave, evocando en paladar sabores vegetales que se transforman de una inicial sensación dulce a ligeramente picante y amarga.
• Cornicabra: Su color verdoso y su sabor a frutas maduras, con cierto picor y amargor, caracterizan a esta variedad castellano-manchega.
• Koroneiki. Autóctona de Grecia, ofrece un producto muy intenso y cremoso, con equilibrado amargor y picor y olor a hierba cortada, alcachofa y manzana.
De todas estas variedades, las tres primeras son las que se trabajan con mimo en Hacienda Guzmán, para ofrecerte tesoros monovarietales como el HG Hojiblanco, el HG Reserva Familiar Arbequina o el HG Reserva Familiar 100% Manzanilla, a los que se incorpora el HG Ecológico, un coupage que combina las tres olivas para conseguir una distinguida fragancia y una genuina sensación en el paladar.