¿Qué comer en cada país?
Hace poco, desde Hacienda Guzmán te proponíamos los mejores destinos para viajar. ¿Has elegido ya alguno de estos paraísos terrenales para pasar tus próximas vacaciones? En ese caso, te invitamos a hacer un recorrido gastronómico por cada lugar para que sepas qué comer en cada país de este ranking y vayas abriendo el apetito. ¿Preparado?
Londres
Si bien la capital del Reino Unido no es considerada un templo culinario como tal, existen algunas recetas propias de la zona que no puedes dejar de pedir en los bares y restaurantes durante tu próxima visita.
Empieza la mañana con un nutritivo desayuno inglés: beicon, salchichas, patatas y huevos fritos, champiñones, morcilla y hasta los famosos “baked beans”. Con este ‘despertar’, no te faltarán energías para recorrer la ciudad.
En la hora del ‘lunch’, prueba el ‘steak and kidney pie’, una tartaleta de hojaldre rellena de guiso de ternera generalmente con una base de cerveza, y para la cena, pídete el tradicional ‘toad in the hole’, un budín de Yorkshiere relleno con salchichas y acompañado por verduras al vapor o patatas y salsa gravy.
París
En la ciudad de la luz tu paladar dirá ‘Ohlalá’, gracias a la amplia y excepcional variedad de su cocina tradicional.
Si te preguntas qué comer en cada país, en el caso de París las opciones son numerosas, desde entrantes como la ‘soupe a L’oignon’, sopa de cebolla con mantequilla y quesos, o los ‘escargots’, caracoles condimentados, hasta principales como el ‘coq au vin’, estofado de pollo elaborado con vino tinto o blanco; la ‘quenelle’, un peculiar plato de pasta con ave o ternera acompañado por salsa de tomate o bechamel; o la cinematográfica receta ‘ratatouille’, una mezcla de verduras con base de aceite de oliva y hierbas provenzales.
Deja hueco para el postre, porque en la capital francesa podrás endulzarte el viaje con los típicos macarons –y llevarte una cajita para regalar a la vuelta-, la elegante tarta de manzana estilo tatín o las auténticas crepes rellenas de mil y una combinaciones.
Roma
Si es el destino elegido para tu próximo viaje, seguro que no desaprovecharás la oportunidad de probar la genuina pasta italiana en todos sus formatos y descubrir la diferencia entre una pizza romana –con masa más crujiente y fina- y la napolitana –con base más esponjosa-.
Pero la oferta gastronómica de la ciudad va mucho más allá, incluyendo otras grandes recetas, como el ‘supplì alla romana’, un antipasti típico de Roma consistente en una especie de croqueta rellena de arroz, carne, tomate y mozzarella; las ‘coratelle con i carciofi’, entrañas con alcachofas; el risotto, ya sea con ‘fruti di mare’, setas o tinta de sepia; o el ‘santimboca’, un filete de ternera cubierto con jamón.
Para poner la guinda, pregunta por el tiramisú casero o la crostata rellena de mermelada y no dudes en pararte, cuantas veces sea necesario, para refrescarte con los cremosos helados que han dado fama a la ciudad.
Creta
Menos internacional, la cocina cretense enamorará a cualquier ‘foodie’ que se precie. Enclavada en el Mar Mediterráneo, la isla griega tiene todo lo necesario para conquistar a los paladares más exigentes con una dieta totalmente saludable.
¿Qué ambrosías te encontrarás en esta cuna de dioses? Como entrantes, saborea la ‘dolmadakia’, hojas de parra rellenas de arroz, o el ‘saganak’, queso feta al horno, y comprueba la frescura de su pescado y marisco: salmonetes (barbounia), pargo (fagrí), lubina (lithrini), calamares fritos (kalamarakia tiganitá), pulpo a la brasa (jtapodi sta kárvouna) o langosta (astakós) son algunos de los más populares.
Si eres más de carne, opta por el ‘souvlaki’, brochetas de carne de cerdo o de ternera, o la conocida ‘mousaka’, una lasaña de berenjenas, patatas, carne picada y bechamel. Podrás rematar la velada con los ‘kalitsounia’, unos pasteles de queso de origen cretense.
Bali
En esta ruta para desvelar qué comer en cada país, pasamos de la dieta mediterránea al exotismo de Asia. En Bali, las especias son las protagonistas de la cocina, creando recetas con mucha personalidad.
¿Quieres probar algo típico de la zona? El ‘gado gado’, un plato vegetariano aliñado con salsa de cacahuete, soja y zumo de lima; el ‘mie goreng’, los fideos asados tradicionales de la isla; el ‘otak otak’, pastel de harina con pescado envuelto en una hoja de plátano; el ‘lawar’, una combinación de carne picada, coco y verduras; o el ‘babi guling’, cochinillo asado acompañado y relleno de chile, cúrcuma, cilantro y jengibre son algunas de las recetas balineses que podrás degustar a pie de playa.
Phuket
Aunque sus sabores comparten la esencia del anterior destino, Phuket tiene su propia gastronomía, caracterizada por un equilibrio entre los cinco sabores en cada bocado.
Lógicamente, no te puedes despedir de Tailandia sin haber dado buena cuenta del internacional pad thai; aunque lo hayas probado decenas de veces en casa, te aseguramos que el resultado final nunca será tan genuino como el que conseguirás si lo disfrutas ‘in situ’.
Junto a esta receta típica, abre tu mente a nuevos sabores con el ‘tom yum goong’, una sopa picante que se sirve con gambas, el ‘tom kha kai’, pollo en leche de coco, o el ‘massaman curry’, un plato de curry con carne, patata y arroz. Como colofón, la cocina tailandesa te propone originales ideas como el ‘kluay buat chi’, plátano cocido en leche de coco, o helados de coco o dorian.
Barcelona
Por su cercanía, seguro que has disfrutado en alguna ocasión de gran parte de la gastronomía barcelonesa, pero su calidad hace que todos queramos repetir la experiencia.
¿Por dónde empezar? Puedes abrir el apetito con algo tan sencillo pero sabroso como la tostada de pan con tomate, regada con un buen aceite de oliva virgen extra; sucumbir a la suavidad de una tapa de escalivada en el Mercado de La Boquería, compuesta por pimientos, berenjena, cebolla y tomates al horno con anchoas; pedir una coca –la ‘pizza’ catalana- en cualquier puesto de ‘street food’ mientras buceas por la Ciudad Condal; y terminar la jornada con una fidedigna crema catalana.
Cómo no, la butifarra y los canelones, en todas sus modalidades, son otros de los platos que no puedes olvidar en tu estancia y, si es temporada, apúntate a una divertida calçotada; ¿serás capaz de no mancharte con la salsa romesco?
Estambul
La mezcolanza de culturas que reflejan sus calles queda también plasmada en su cocina, con una fusión de los sabores de Europa, Asia y África, por lo que la duda de qué comer en cada país se vuelve más rica en posibilidades.
No obstante, Estambul ofrece al viajero algunas recetas tradicionales. En el apartado de verduras, verás que es muy habitual comer ‘dolmas’, que no son más que verduras (tomates, berenjenas, calabacines…) rellenas de arroz y carne, aunque la dolma más solicitada es la variante hecha con hoja de parra. Como plato principal, el kebab, en sus mil y una propuestas, es un must-have de la cocina turca, si bien los oriundos prefieren la modalidad ‘iskender’, tiras de cordero a la parrilla, con salsa de tomate sobre pan de pita.
Para el postre, pregunta por los pastelillos con frutos secos, como los ‘baklava’ o los ‘lokum’, la tarta ‘güllaç’, a base de pasta, leche, agua de rosas, nueces y granada, o el pastel de chocolate y galleta ‘moizak’.
Marrakech
Los platos de Marakech no te dejarán indiferente; su peculiar sabor es casi adictivo.
Entre su rica oferta, no te puedes perder los ‘tajine’, que reciben el nombre por el característico cuenco de barro en el que se cocina. Están elaborados con verduras y/o la carne y especias como cúrcuma, comino o pimentón. ¿Los más solicitados? Los de pollo al limón y de ternera con ciruelas.
También los ‘koftas’, una variedad autóctona de albóndigas; la sopa ‘harira’, hecha con carne, tomate y legumbres; el ‘méchoui’, un plato de cordero a la brasa; o las múltiples recetas de cuscús son componentes tradicionales de la cocina marroquí, rematada con dulces con base de almendra, como los frutos secos, particularmente almendras, sobre todo los ‘kaab el ghazal’ (cuernos de gacela).
Dubái
Cuando nos preguntamos qué comer en cada país, en Dubai, la respuesta es ‘De todo’. En una ciudad donde hay inmensas piscinas y hasta pistas de esquí en pleno desierto, intuirás que el lujo y la ostentación también se extiende a los fogones.
Ahora bien, para profundizar por las raíces culinarias dubaitís, prueba el ‘hummus’, una crema de garbanzos regada con aceite de oliva; el ‘tabbouleh’, una colorida ensalada con sémola, lechuga, tomate, limón y hierbas aromáticas; el ‘makbus’, carne de carnero y arroz especiados; o la ‘esh asaraya’, una exquisita tarta de queso con crema.
¡Buen provecho!