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Recetas de cine: bocados que han traspasado nuestra pantalla

El verano es un excelente momento para disfrutar del Séptimo Arte. Tras un día de diversión –en la playa, la piscina o la montaña-  y una buena ducha, ¿a quién no le apetece relajarse en el sofá con una película que haga olvidar el calor estival? Eso sí, te recomendamos que prepares algo para picar -¿unas palomitas, tal vez?-, porque seguro que se te abre el apetito con estas recetas de cine.

Y es que el arte cinematográfico, cual magdalena de Proust, tiene el don de evocar emociones en el espectador. Por eso, te invitamos a un viaje gastronómico a través de memorables recetas de cine que nos ha regalado la gran pantalla.

No se trata de una recopilación de films de temática culinaria, sino de cinco platos icónicos que brillaron por sí mismos en sus correspondientes apariciones. ¡Bon Appétit!

El gazpacho de ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’.

Empezamos con uno de los estandartes de la cocina mediterránea, más si cabe cuando las temperaturas se disparan.

Hablamos del gazpacho y su presencia en ‘Mujeres al borde un ataque de nervios’, de Pedro Almodóvar. Nadie como Carmen Maura para dictarte los ingredientes de esta receta de cine. Bueno, con un soporífero ‘aliño’ extra que es mejor que dejes fuera si quieres ver cómo acaba esta obra maestra del manchego.

La Gran Hamburguesa Hakuna de ‘Pulp Fiction’

¡Cómo puede una hamburguesa generar tanta tensión! Claro que si quien la está probando es Jules Winnfield (Samuel L. Jackson) y detrás de las cámaras se encuentra Quentin Tarantino, la tragedia está servida.
La Big Hakuna Burguer consigue tanta atención en la trama que incluso ha hecho otros ‘cameos’ en la filmografía del director de ‘Pulp Fiction’, apareciendo también en ‘Reservoir Dogs’ o ‘Abierto hasta el amanecer’. Ahora bien, no busques dónde encontrarla en ninguna guía de viaje, porque es una marca ficticia. Una pena.

El sándwich de pastrami de ‘Cuando Harry encontró a Sally’
Sí que puedes saborear en la vida real el mítico sándwich de pastrami del restaurante Katz’s Delicatessen, en Manhattan. De hecho, el local está abierto desde 1888 y sus bocadillos de este fiambre ya eran muy populares antes de que la película ‘Cuando Harry conoció a Sally’ (Rob Reiner) los situara entre las recetas de cine más conocidas a nivel mundial… y deseadas.
Igual que la mujer de la mesa de al lado, todos querríamos probarlo después de ver el apasionado ‘efecto’ que causa en Meg Ryan, ante la atónita mirada de Billy Crystal y del resto de clientes. Sin duda, uno de esos momentos cinematográficos que no puedes olvidar.

La bota de ‘La quimera de oro’

Sí, es cierto que no es un alimento. Pero ahí radica precisamente la magia del cine y, en este caso, el extraordinario talento narrativo de Charles Chaplin.
Sin pantallas a color, sin efectos especiales y sin diálogos –solo una voz en off-, Charlot consigue convencer al espectador de que está preparando la cena con esmero y comiendo con gusto el zapato guisado. Una cómica forma de representar el hambre que convierte a ‘La quimera de oro’ en uno de sus mejores trabajos.

Los espaguetis de ‘La dama y el vagabundo’

Terminamos nuestro menú cinematográfico con esta clásica historia de Disney. En ella, unos simples espaguetis con albóndigas consiguen erigirse como una de las recetas del cine más románticas de la historia, y eso que quizá no sea una de las pastas más apropiadas para una primera cita –por el riesgo de manchas que entrañan-.
Sin embargo, en ‘La dama y el vagabundo’, Reina y Golfo protagonizaron esta tierna escena donde puedes identificar a la perfección ese momento en el que surge la chispa.

Misterio, violencia, erotismo, crítica social, amor… Cine y gastronomía no solo comparten la luz de los focos, sino que ambas son un canal de comunicación con el que transmitir emociones. ¿Hay alguna otra receta de cine que te haya conmovido de algún modo u otro? ¡Cuéntanosla!