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Greenwashing: cuando no es eco todo lo que reluce

Según una encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el 77% de los españoles considera que es bastante o muy importante tener un comportamiento medioambiental adecuado y el 23% restante incluso toma medidas en este sentido. ¿Y tú? ¿Te preocupas por el planeta? Entonces debes conocer qué es el greenwashing para que no creas que es eco todo lo que reluce.

¿Qué es el greenwashing?

El greenwashing consiste en una estrategia de marketing que utilizan muchas empresas para crear una falsa imagen de sostenibilidad de su marca, aunque su actividad sea perjudicial para el medio ambiente. Es un blanqueo ecológico, un ecopostureo, por así decirlo. De ahí su nombre, “lavado verde”.

El objetivo de esta práctica es que tú, como consumidor, percibas la firma como una compañía responsable a nivel medioambiental y, de este modo, te conviertas en cliente. Además, el greenwashing es cada vez más habitual para poder hacer frente a la mayor conciencia ecológica de la ciudadanía. En este sentido, podemos destacar que dos de cada tres españoles sostienen que no comprarían a una empresa que no respeta el medio ambiente, según la encuesta Sustainable consumer spending de ING.

Para que puedas visualizarlo mejor, te aportamos algunos ejemplos. Sería el caso de una petrolera que utiliza el color verde y una imagen de una hoja en su logo para dar sensación de respeto medioambiental, pese a su alta contaminación. O un producto alimenticio al que se le atribuyen calificativos como “eco”, “bio”, “orgánico”…, sin que realmente lo sea. O también una empresa tecnológica que habla de la eficiencia energética de un nuevo artículo, pero omite la huella de carbono que deja para su fabricación.

¿Por qué es malo el greenwahsing?

Ya no solo se trata de que el greenwashing supone, en muchos casos, publicidad engañosa y, por tanto, directamente no es está permitida. Es que, lamentablemente, esta técnica de mercadotecnia funciona, incrementando el consumo de productos que no son realmente eco-friendly, Como consecuencia, el perjuicio para el planeta es mayor.

Tampoco hay que olvidar que el ecoblanqueamiento también daña a aquellas empresas que sí están adoptando medidas de responsabilidad social corporativa. Es decir, el greenwashing se convierte en una competencia desleal para las firmas y profesionales conscientes a nivel medioambiental.

¿Cómo saber si es greenwashing?

No obstante, está en tu mano reforzar tu compromiso con el medio ambiente. ¿Cómo? Prestando un poco de atención a lo que realmente estás adquiriendo y evitando caer en el señuelo del greenwashing. ¿Sabías, por ejemplo, que para crear tu camiseta blanca básica de algodón se han gastado 2.700 litros de agua?

Por eso, te explicamos algunos trucos para detectar estas prácticas:

  • Recela de lo verde. Una de las acciones más habituales del greenwashing es utilizar este color para generar una falsa ilusión de respeto medioambiental. Igual que en el aceite de oliva, el color no tiene por qué ser sinónimo de calidad, en el resto de productos, el verde no tiene por qué significar sostenibilidad. Por ejemplo, puedes encontrar un yogur con un packaging de este tono y, al leer los ingredientes, descubrir que contiene todo tipo de aditivos químicos.
  • Analiza el conjunto. No te quedes con lo que las marcas quieren que veas. Por ejemplo, un champú puede promocionarse como libre de siliconas y parabenos o una crema antiedad puede presumir de que su ingrediente principal es un antioxidante milagroso de origen 100% natural. Esto está muy bien, pero ¿has mirado qué componentes tiene? Hay que tener cuidado con que el remedio no sea peor que la enfermedad.
  • Busca datos concretos. Cuando una empresa es responsable a nivel medioambiental ofrece cifras específicas sobre sus acciones. Por el contrario, cuando se emplean eslóganes genéricos del tipo “Cuidamos el medio ambiente”, sospecha.
  • Investiga a la empresa. Si quieres llevar tu conciencia ecológica a otro nivel, no te quedes solo con el análisis del producto. ¿Y la marca? ¿Qué hace para proteger el medio ambiente? Busca información sobre la política medioambiental y de RSC de la compañía y así podrás conocer si realmente están desarrollando iniciativas para reducir su huella ambiental.
  • Contrasta los reclamos ‘eco’. Cuando te encuentres algún producto en el que se destaque su procedencia ecológica, trata de corroborar que es así. Hay marcas que hacen ‘fibbing’, es decir, señalan que tienen certificación ambiental del estilo “Protege los océanos”, pero no es un sello que garantice que así sea.
  • Conoce las certificaciones y su significado. Seguro que has visto en muchos envases ese triángulo formado por tres flechas y has pensado inmediatamente en que es ecológico. Sin embargo, el triángulo Möbius significa que el recipiente está elaborado con productos reciclables, o sea, que se pueden reciclar. Pero no indica que sea un envase hecho con material reciclado. Infórmate bien de cuáles son las etiquetas oficiales y qué conllevan.

En Hacienda Guzmán sí estamos comprometidos con el medio ambiente y podemos demostrarlo. Las 340 hectáreas de la nuestra finca de La Rinconada tienen certificación ecológica del Comité Andaluz de Agricultura Ecológica y nuestros AOVEs cuentan con el logotipo europeo que identifica a los alimentos ecológicos producidos y comercializados en la Unión Europea bajo el Reglamento (UE) Nº 2018/848 y certificados por un organismo de control autorizado. Además, con 500 años de historia, sabemos la importancia de cuidar el pasado para crear un futuro prometedor, así que empleamos sistemas respetuosos con el medio ambiente durante el proceso de elaboración de nuestros productos.

No solo eso, dentro de nuestro plan de Responsabilidad Social Corporativa desarrollamos diferentes iniciativas a nivel de empleo, de protección del campo olivarero y de divulgación del sector oleico para devolver a la sociedad parte de lo que nos aporta. Es más, incluso tú puedes contribuir a esta mejora social, porque los ingresos que percibimos por las rutas de oleoturismo por nuestra almazara se reinvierten íntegramente en acciones de RSC. ¡Ven a conocer cómo se elabora un aceite de oliva virgen extra ecológico mientras aportas tu granito de arena!