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Cómo se prepara el campo para la recogida de aceitunas

Cómo se prepara el campo para la recogida de aceitunas

La nueva campaña del olivo está a punto de empezar. Desde octubre, para los AOVE de cosecha temprana, hasta enero, en el caso de aceites de recogida tardía, las fincas olivareras se convierten en un hervidero de actividad para recolectar el fruto conseguido durante la temporada. Ahora bien, no solo se trata de ordeñar, varear o hacer vibrar los árboles. Para conseguir un buen producto final, es preciso llevar a cabo un arduo trabajo previo en los terrenos a lo largo de todo el año. ¿Cómo se prepara el campo para la recogida de aceitunas?

La poda del olivar

De hecho, las labores de cuidado de los olivares comienzan nada más termina la campaña anterior. Así, entre enero y marzo, cuando los árboles entran en un estado de letargo durante los meses de invierno, se lleva a cabo la poda, un proceso que resulta fundamental en el AOVE resultante posterior.

Al eliminar ramas de los olivos, se permite que el árbol esté equilibrado. De este modo, los nutrientes se reparten de forma óptima y el olivar no sufre estrés por falta de agua, de alimento o de luz. También sirve para reparar y restaurar posibles partes dañadas de los ejemplares o prevenir la vecería. Como consecuencia de este trabajo de poda, el agricultor puede controlar la cantidad y la calidad de aceitunas de sus cultivos. Es decir, reduciendo el follaje habrá menos frutos, pero estos tendrán una mayor concentración de propiedades organolépticas.

Eliminación de malas hierbas y varetas

Durante la época fértil del año, el campo se cubre de verde. Sin embargo, esta eclosión de naturaleza no siempre resulta beneficiosa. Las malas hierbas pueden tener un impacto negativo en el olivar al restar la cantidad de nutrientes del suelo que llegan a los árboles. De ahí que otro de los procesos sobre cómo se prepara el campo para la recogida de aceitunas sea la eliminación de estas malas hierbas, ya sea utilizando sistemas manuales o mecánicos o incluso apostando por método tradicionales como el pastoreo ovino.

Con este mismo propósito, durante los meses de agosto y septiembre, también se acomete el desvaretado. ¿En qué consiste? Se trata de eliminar esas pequeñas ramas que nacen en el tronco del olivo y que reducen el tránsito de savia hacia las ramas superiores en las que se está formando la próxima cosecha.

Control de plagas

El olivo está expuesto a numerosas y constantes plagas a lo largo de todo el año, desde los prays que suelen atacar los árboles en febrero y marzo, hasta el repilo que tiende a aparecer en octubre en los cultivos. Por tanto, el tratamiento fitosanitario del olivar también es un aspecto que no puede faltar a la hora de preparar el campo para la recogida de aceitunas. Eso sí, se trata de un proceso muy regulado, por lo que hay que contar con especialistas que apliquen los productos y que estos sean acordes con el tipo de cultivo. Por ejemplo, una finca ecológica, como Hacienda Guzmán, no puede utilizar los mismos fitosanitarios o fertilizantes que otra que no lo es.

El aporte de nutrientes al suelo

Otro aspecto a tener en cuenta sobre cómo se prepara el campo para la recogida de aceitunas es el cuidado de que la tierra cuenta con todos los nutrientes y reservas hídricas necesarias para un correcto desarrollo del fruto. Esto supone una constante labor de vigilancia de los terrenos.

Por un lado, a lo largo de todo el año, especialmente en los meses previos a la floración y durante las últimas fases de formación del fruto, hay que llevar a cabo el abono de la tierra. Se trata de fertilizar el suelo para que los cultivos dispongan en cada momento de la energía suficiente con la que crecer y producir una buena campaña en función de las necesidades de la finca.

Asimismo, hay que estar alerta a la situación climatológica y ajustar el riego según las lluvias que se estén generando. El objetivo es que, en épocas de sequía, el olivar no sufra carencia de agua aportando las cantidades precisas y, en temporadas de lluvias en el olivar, los árboles no reciban un exceso hídrico, reduciendo el riego manual y asegurando un buen drenaje de las plantaciones.

La selección de parcelas

Por último, en Hacienda Guzmán también desarrollamos un proceso de selección de parcelas. En concreto, durante todo el año, realizamos un seguimiento de toda la explotación y, cuando llega el momento de la campaña, escogemos las parcelas más adecuadas para la recolección. De este modo, solo los olivos que tengan una mejor productividad y calidad del fruto, son seleccionados como materia prima para la producción de aceite de oliva virgen extra ecológico HG.

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