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Viajes de incentivo: turismo para motivar a tus empleados

¿Qué son los viajes de incentivo?

Los viajes de incentivo se enmarcan dentro del denominado turismo MICE (Meetings, Incentives, Conferencing y Exhibitions). En concreto, en esta modalidad de viajes de empresa, el objetivo es recompensar principalmente a los trabajadores -pero también a clientes o socios estratégicos de la empresa- por su buen hacer a través de una actividad turística.

Esta gratificación puede provenir de unos excepcionales resultados cosechados por el personal, la fidelidad demostrada por un grupo de consumidores o el apoyo recibido de otras compañías colaboradoras o, simplemente, utilizarse como método para mejorar el engagement de estos colectivos. Por eso, aunque pueden otorgarse de forma individual, lo más habitual y recomendable es que los viajes de incentivo sean grupales, ya que de este modo refuerzan las relaciones interpersonales entre los participantes.

Ahora bien, el turismo de incentivo no significa regalar vuelo más alojamiento a algún destino de moda. Para que sean realmente efectivos, es crucial que el plan de actividades esté perfectamente organizado, programado y alineado con la cultura corporativa de la empresa. Todo, desde los sistemas de transporte empleados o el lugar elegido hasta la gastronomía o las visitas y eventos, debe responder a la misión, visión y valores de la marca.

Recuerda que se trata de aprovechar este reconocimiento para reforzar la imagen de la empresa y potenciar el sentimiento de pertenencia a la organización. Por ejemplo, en una firma automovilística, el destino para un viaje de la plantilla podría ser Stuttgart, cuna del motor en Alemania, combinando el turismo monumental con alguna visita a una de las diferentes fábricas de coches que allí operan. O una marca de comida saludable que quiere premiar a sus clientes puede organizar un itinerario por una zona rural, con menús acordes a su filosofía de la compañía y actividades con agricultores y ganaderos locales.

¿Por qué recompensar a los trabajadores con estas actividades?

De este modo, a través de los viajes de incentivos, no solo resultan beneficiados los participantes. La empresa también obtiene grandes réditos de estas iniciativas.

  • En el caso de viajes para trabajadores, conseguirás equipos mucho más motivados, con todas las consecuencias positivas que esto tiene a nivel de retención del talento, buen clima laboral y productividad. ¿Sabías que un empleado feliz es un 31% más eficiente?
  • Si apuestas por premiar a clientes o socios colaboradores, también lograrás aumentar su fidelidad con la compañía.
  • Al facilitar la interacción entre directivos, trabajadores, consumidores o proveedores, los viajes de incentivos ayudan a que estos grupos de interés estrechen sus lazos, afiancen el trabajo en equipo y consigan una comunicación más profunda.
  • En todos los casos, el sentido de identidad crecerá, haciendo que todos los participantes se sientan identificados con la organización.
  • Los beneficiarios de los viajes de incentivo también actuarán como prescriptores de la marca, lo que potenciará la imagen de marca a todos los niveles.
  • El resultado de todo lo anterior tendrá un impacto directo en la rentabilidad empresarial, hasta el punto de que por cada euro que inviertas en viajes de incentivo, recuperarás cuatro, según otro estudio de Oxford Economics.

No olvides que estas iniciativas experienciales perduran en la memoria de los participantes por más tiempo que otras recompensas materiales, por lo que sus efectos son más duraderos. De ahí que el 95,5% de las empresas que han llevado a cabo viajes de incentivo considera que esta iniciativa ha sido efectiva o muy efectiva en relación con los objetivos perseguidos, según los datos de la Society for Incentive Travel Excellence (SITE).

¿Qué viajes de incentivo puedes organizar?

Llegado a este punto, ya estarás preguntándote qué viajes de incentivos puedes llevar a cabo para acceder a todas sus ventajas. Te proponemos varias alternativas:

  • Destinos culturales. Una de las opciones más frecuentes es elegir ciudades con una gran oferta patrimonial y cultural, de modo que puedes completar la agenda con una combinación de paseos, visitas y actividades de ocio.
  • Viajes de adrenalina. Otra idea para trabajar el teambuilding es apostar por el turismo activo, donde las rutas de senderismo, el barranquismo, las carreras de padel surf, las salidas en bicicleta o las actividades de rafting, por ejemplo, sean las protagonistas.
  • Turismo rural. Convierte los entornos naturales en tu mejor aliado para reducir el estrés de los trabajadores o poner de relieve el compromiso de la compañía con la sostenibilidad y el medio ambiente a través de viajes de incentivo de índole rural.

No obstante, hay zonas que ofrecen todos estos alicientes, por lo que podrás alternar actividades culturales, de aventura y de naturaleza. Es el caso de Sevilla, una ciudad con una gran riqueza monumental y una intensa agenda cultural que se completa con un entorno natural donde hacer turismo activo y disfrutar de la naturaleza.

En este sentido, te proponemos que incluyas en la ruta una visita a Hacienda Guzmán. Contamos con seis planes de oleoturismo diferentes para conocer la historia del aceite de oliva y apreciar la extraordinaria riqueza y complejidad de este mundo en una finca con más de 500 años de antigüedad. ¡Contacta con nosotros y te preparamos un viaje de incentivo a tu medida!