¿Qué buscas cuando viajas? ¿Empaparte de la historia del lugar, desconectar del estrés diario, ver joyas arquitectónicas…? Los motivos que nos lleva a elegir un destino son variopintos. Eso sí, entre ellos, cada vez coge más fuerza la intención de vivir experiencias turísticas únicas relacionadas con la gastronomía local. ¿Quieres sumarte a esta tendencia?
Conocer qué esconden los fogones de las cocinas de todo el mundo es un atractivo en auge. De hecho, más de la mitad de los viajeros seleccionan dónde pasar sus vacaciones en función de la oferta eno-gastronómica, según el informe Industria del Turismo Gastronómico 2020 de la World Food Travel Association (WFTA).
En España, por ejemplo, más de 260.000 visitantes optaron en 2018 por nuestro país para disfrutar de experiencias turísticas únicas vinculadas con el ámbito culinario, según datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Por su parte, el portal TripAdvisor sostiene que la inversión de los turistas en actividades relativas a la comida aumentó un 61% en 2017 respecto al año anterior.
La gastronomía se convierte así en uno de los detonantes prioritarios de la movilidad de la ciudadanía a nivel mundial. Y no se trata solo de salir a comer o a cenar al restaurante o bar de la ciudad en cuestión. Este turismo experiencial comprende una inmersión completa en la tradición culinaria del destino, donde el visitante se convierte en coprotagonista junto a los platos más castizos.
¿Esta idea te abre el apetito por explorar nuevos rincones a través de sus sabores? Te contamos cinco propuestas de experiencias turísticas únicas vinculadas con la gastronomía.
Si eres de esos viajeros a los que le apasiona catar, de establecimiento en establecimiento, los mejores platos autóctonos del lugar, ¿qué te parece hacerlo de la mano de un anfitrión local?
Del mismo modo que contratas una ruta turística por los enclaves monumentales más relevantes de una ciudad, en los últimos años se extendido la práctica de contactar con guías gastronómicos para recorrer los destinos bocado a bocado. De este modo, evitarás caer en los típicos sitios para turistas, conocerás gente nueva y podrás profundizar en el verdadero recetario de la ciudad o región.
¿No te basta con probar los manjares internacionales? En ese caso, te invitamos a que busques clases de cocina con chefs profesionales y/o aficionados del lugar. En este sentido, la plataforma Eathwith recopila diferentes experiencias turísticas únicas de índole gastronómica, entre ellas, cursos culinarios por todo el mundo.
Echa un vistazo a las opciones disponibles en tu próximo lugar de vacaciones. Hay desde clases para hacer los populares pastelitos de Belem de Lisboa, hasta preparar un menú tradicional húngaro o aprender a elaborar genuina pasta italiana con un cocinero oriundo.
Una alternativa rural a estas experiencias turísticas únicas es la que ofrecen numerosas granjas repartidas por todo el planeta. El objetivo es pasar unas vacaciones singulares en alguna explotación agraria o ganadera, ayudando con las tareas propias de estas instalaciones.
Así, gracias a este plan de viaje, podrás ordeñar una vaca, elaborar queso, segar trigo o preparar harina en un entorno 100% natural. Una opción ideal si te decantas por el turismo slow o viajas con niños.
Para localizar estas granjas, puedes visitar la WordWide Opportunities in Organics Farms, una red internacional con la que lanzarte a esta nueva forma de turismo gastronómico.
Cuando el destino es tierra de vides, una excelente manera de sumergirse en la cultura y gastronomía es visitar las bodegas que lógicamente salpicarán el territorio.
Ahora bien, aunque el enoturismo lleva tiempo funcionando, el sector está evolucionando hacia vivencias más completas. Ya no se trata solo de recorrer la finca y probar los vinos de la bodega, sino que estas experiencias turísticas únicas incluyen hoy día una oferta 360 que van desde recoger la uva o pisarla al estilo tradicional, hasta master-classes sobre elección del vino o maridajes con platos típicos de la zona.
De las vides al olivar. Con el mismo espíritu que la propuesta anterior, las fincas olivareras también están abriendo sus puertas al turismo, facilitando a los visitantes intensas actividades oleoturísticas con las que puedes saber más sobre la producción del aceite de oliva.
Es el caso de Hacienda Guzmán, donde hemos diseñado diferentes itinerarios inmersivos con los que acceder a experiencias turísticas únicas con el AOVE como eje central. Visitar nuestras instalaciones de La Rinconada, descubrir cómo ha evolucionado el mundo del aceite de oliva en los últimos cinco siglos, recoger con tus propias manos las aceitunas, caminar por las más de 150 variedades de olivos de nuestra Olivoteca, pasear en coche de caballos o catar nuestros AOVEs Premium son algunas de las posibilidades que te ofrecemos desde el 1 de septiembre.
Todo, con las máximas medidas de seguridad e higiene garantizadas.
No se trata de una recopilación de films de temática culinaria, sino de cinco platos icónicos que brillaron por sí mismos en sus correspondientes apariciones. ¡Bon Appétit!
