Flor del olivo: un espectáculo para la vista… y el paladar
Mayo es el mes de las flores por antonomasia. Las plantas se visten de colores en una explosión de vida que se convierte en todo un espectáculo para la vista. Una vívida representación en la que la flor de olivo también tiene su papel. Que no te pase desapercibido porque, aunque discreta, la floración del olivar es crucial en la posterior cosecha y elaboración del zumo de aceituna. Te contamos todos los secretos de este cautivador momento del ciclo productivo del AOVE.
¿Cómo se le llama a la flor del olivo?
Empecemos dándole nombre a la flor del olivo. Así, su denominación va a variar de una zona geográfica a otra. En concreto, puede ser conocida como trama o rapa. Pero también es posible que hayas escuchado hablar de cadillo o esquimo.
¿Cómo es la flor del olivo?
En cualquier caso, todas estas nomenclaturas se refieren a una pequeña flor de color blanquecino, con tonos anaranjados en el centro, donde se encuentra el polen. En concreto, la flor de olivo se compone de cuatro pétalos que conforman una corola cruciforme en cuyo interior guarda dos estambres.
Eso sí, no esperes verla separada, puesto que una de las características de la flor de olivo es que crece en racimos. Dependiendo de la variedad de la aceituna, estos ramilletes pueden contener entre 10 y 50 flores. Para que te hagas una idea, es algo similar al alhelí, aunque la flor de olivo tiene un ligero olor dulzón, pero no tan intenso como en esta otra planta.
¿Cuándo sale la flor del olivo?
Como la mayoría de las floraciones, la eclosión de la flor de olivo suele desarrollarse a mediados del mes de mayo. Ahora bien, no es inusual ver las primeras florescencias a finales de abril, especialmente si las temperaturas son altas, como está ocurriendo este año, de acuerdo con la AEMET.
Y como lo bueno, si breve, dos veces bueno, la floración solo se prolonga durante unas tres semanas desde que aparece la primera flor del olivo hasta que cae la última. Un escaso tiempo del que va a depender, en gran medida, el futuro de la cosecha.
¿Cómo influye la floración del olivar en el AOVE?
Ten en cuenta que es de esas flores de donde brotarán los frutos del árbol, una vez que hayan sido germinadas. Viendo los densos racimos, puedes pensar que la producción está garantizada, pero ¿sabías que solo el 2% de las flores finalmente se transforma en oliva? Como consecuencia, si la floración es pobre, también lo será la cosecha.
Para comprender este proceso debes saber que la flor de olivo puede ser de dos tipos a nivel reproductivo: hermafrodita, también llamada perfecta, que contiene ambos sexos, y estaminífera o masculina, que posee de poder fecundador, pero carece de capacidad reproductora. Pues bien, solo las primeras, las hermafroditas, pueden producir frutos.
¿Qué factores afectan a la correcta floración y cuajado del olivo?
Esta metamorfosis es lo que se conoce como “cuajado” y en ella van a influir los trabajos previos de preparación del campo y la poda y cuidado del olivar, así como el clima. Por ejemplo, si las temperaturas son demasiado altas (por encima de 18-20º), la flor de olivo se puede agostar, es decir, no termina de germinar. Del mismo modo, una meteorología muy lluviosa en esta época perjudica la producción, ya que el agua reduce las partículas de polen y, por tanto, dificulta la reproducción.
Además, como obstáculo añadido, un olivo no suele polinizar a ejemplares de la misma familia. Esto provoca que el polen deba viajar antes de cumplir su misión. Incluso cientos de kilómetros si es preciso.
Ahora bien, no hay nada mejor para conocer cómo se produce todo el ciclo fenológico de la flor del olivo que verlo con tus propios ojos. Por eso, te invitamos a que visites Hacienda Guzmán, una finca olivarera con más de cinco siglos de historia. Para ello, tenemos preparada una amplia oferta oleoturística, con diferentes opciones para recorrer este templo del AOVE a tu gusto y a tu ritmo. ¡Te esperamos!
